La publicidad que aún consigue sorprenderme es aquella que aprovecha la propia estructura de la ciudad para crear su mensaje.
Es el caso de esta impresionante acción llevada a cabo en México para el producto de Mattel Hot Wheels. En ella se aprovecha un puente de la ciudad para colocar a un niño gigante que actúa como si la propia ciudad fueran sus juguetes en miniatura, es decir, sus Hot Wheels.
Una acción increíblemente impresionante para todos y cada uno de los viandantes y conductores que se aproximen a dicho puente.
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