Las grandes marcas apelan a nuestros recuerdos

En los últimos años todos estamos viendo como las marcas de distribuidor están ganando cuota de mercado a costa de una reducción en ventas por parte de las marcas de fabricante. Y es que grandes marcas se han visto obligadas a reaccionar y competir con lo que hasta esta época de crisis nunca se había considerado una competencia directa: la marca blanca.

Algunas han decidido recurrir a packs económicos e importantes ofertas, mostrando así su preocupación por el consumidor y su situación económica, e intentando ganar de nuevo su confianza. Otras, además de esto, han decidido apelar a nuestros recuerdos, a aquello que en su día (hace varias décadas) las condujo a ser número de mercado.  Y es que, ¿quién no recuerda a este cachorrito que conquistó muchísimos corazones?

Por ello, desde hace unos días vemos este anuncio en nuestras televisiones

Apelando así a esos buenos recuerdos que guardamos en nuestra mente de otros tiempos (probablemente mejores en la mayoría de los casos), Scottex trata de volver a conquistar a un público que ha sido infiel. Por motivos básicamente económicos muchos consumidores de esta marca se habrán visto obligados a probar otras más baratas, y ésta es la forma en que Scottex trata de volver a enamorarlos, sino de forma inmediata, sí para cuando la situación de cada uno mejore.

Otro caso similar que ha protagonizado los espacios publicitarios de nuestras televisiones ha sido el último spot de Donut. Con él transmite también la vuelta atrás de la marca, aunque en este caso en la elaboración del producto, volviendo al original, a aquel que hizo que Donut se convirtiera en su día no sólo en la marca líder, sino también en el genérico del propio producto.

Para aquellos que no habéis disfrutado de este spot, os lo dejo a continuación.  Como era de esperar, su carga emotiva es bastante grande, buscando así, al igual que Scottex, reconquistar a un público que se ha visto «obligado» a ser infiel.

La pregunta es… después de probar otras marcas (aunque sean blancas), ¿cuántos de nosotros volvería a adquirir la marca del fabricante? Es decir, ¿es un camino recuperable para los grandes o ya nunca volverá a ser lo que era?