Todos sabemos que el papel es un bien del que podemos disfrutar a cambio de la pérdida de árboles. Como todo, si existiera un equilibrio y un uso controlado, podría considerarse simplemente un sistema de producción más. Sin embargo, debido al ritmo en el que estamos perdiendo nuestros bosques, es necesario campañas de este tipo que nos ayuden a abrir los ojos y a darnos cuenta del daño que podemos estar causando.
Greenpeace desarrolla con este objetivo esta genial acción comunicativa basada en colocar rollos de papel higiénico en distintos aseos públicos. Por todo el rollo se ven árboles dibujados ubicados de forma calculada, consiguiendo que cada línea de puntos que corta un trozo de papel coincida con el tronco. Así, la sensación provocada en el receptor es realmente de haber talado un árbol por usar ese papel.
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