Protege tu cabeza

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Esta campaña podía haberse centrado en una desagradable imagen de una persona que decidió «no proteger su cabeza». Pero, lo que más me ha gustado, es que han sustituido el trozo de imagen más sangriento por una curiosa metáfora: la caja de un puzzle que indica el número de piezas en las que se encuentra dividida la propia cabeza de la persona.  La diferencia fundamental que se deduce: este puzzle no puede ser reconstruido.

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