La cirugía plástica, aunque parezca mentira, sigue siendo una actividad algo delicada en nuestros días, por lo que hay que ir con pies de plomo en cuanto a publicidad se refiere para no despertar críticas y opiniones enemigas.
En Briefblog he visto un divertido trabajo desarrollado por Ogilvy en el que se busca despertar la sonrisa en el público, consiguiendo así una predisposición positiva hacia el servicio que se ofrece y, por extensión, hacia la propia empresa anunciante.
La publicidad en concreto muestra una típica reunión o encuentro de antiguos alumnos en los que se puede percibir lo que hace el paso de los años en todos los personajes que aparecen, excepto en uno de ellos, en los que los años no han hecho ningún tipo de estrago.
Lo cierto es que el humor es un recurso publicitario tan recurrido como eficiente, siempre y cuando sea utilizado con la suficiente creatividad como para no caer en lo burdo, por supuesto.