En Japón IKEA se lanzó a la calle literalmente decorando de una forma muy peculiar algunos de sus trenes, tanto por dentro como por fuera.
IKEA nos tiene acostumbrados a acciones publicitarias muy sorprendentes y divertidas, y de esta forma se está posicionando en la mente del consumidor. Ya no le hace falta anunciar qué es lo que vende, la marca se ha hecho lo suficientemente fuerte y reconocida como para permitirse el lujo de llenar un vagón de atrevidos colores, firmar con IKEA y lograr una reacción positiva hacia la marca por parte del público. Y, la verdad, es que así los desplazamientos se harían más amenos, ¿no os parece?
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