Cuántas veces habremos visto unos viejos dibujos animados que nos han encantado simplemente por el hecho de que nos hacen volver a nuestra infancia, nos evocan buenos recuerdos y durante al menos unos minutos nos aportan alegría. Pues precisamente de ésto es de lo que se aprovechó Disney cuando desarrolló esta acción en la que el objetivo era convertir al adulto de nuevo en niño, colocando para ello un sillón gigante en los centros comerciales. No es una acción reciente, pero creo que vale la pena verla.
El objetivo comercial (que siempre hay uno, no lo olvidemos) es incrementar las ventas de sus películas en formato DVD, y lo cierto es que seguro que muchos padres compran a sus hijos determinados dibujos porque son los que veían ellos de pequeño. De ahí el éxito continuado de personajes y películas de nuestro tiempo.
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