Durex en China, la imaginación al poder

Las multinacionales tienen que adaptar sus campañas a los distintos mercados, a veces incluso los productos. No es lo mismo vender en España que en Camerún, o en Argentina que en Japón, y mucho más cuando el producto es algo tan delicado como un lubricante para relaciones sexuales.

Durex, sabedor de los problemas que podría provocar una campaña demasiado explícita en China sobre su producto, ha decidido recurrir a la sutileza de la imagen en su campaña gráfica. 

El intento es muy eficiente porque con un reducido gasto, el mensaje llega y lo hace además reforzado por un meritorio ingenio. Además y sobre todo, al sugerir se evita herir sensibilidades o, lo que es más importante, cualquier tipo de censura

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