Lo cierto es que la marca de detergente Faury siempre ha buscado colocarse como el aliado en la casa para eliminar manchas difíciles. Sin embargo, el concepto, ya más que gastado toma un nuevo rumbo en su siguiente campaña, la cual va cargada de emociones de esas de las que solo los mejores anuncios saben sacarles el mejor provecho.
Así en este caso las manchas no son de grasa, ketchup, u otro tipo de alimentos, aquí las manchas llegan directas a los sentimientos, y a los problemas personales, así como a las consecuencias de excesos. Y claro, como siempre, con Fairy, se van de modo sencillo.
Una campaña perfecta, que llega a las emociones y a los problemas cotidianos y que vuelve a mostrar como un concepto clásico con un renuevo justo puede volver a revivir.