Homeless

Hemos hablado en muchísimas ocasiones de acciones publicitarias en las que el soporte seleccionado termina de completar un mensaje, de forma que ese mismo anuncio en otro medio no tendría el mismo sentido. Esto es un ejemplo de buena publicidad.

Sin embargo, también se da el caso contrario en el que la idea creativa pierde todo su valor debido a la elección de un soporte equivocado. Es el caso de la campaña exterior que he visto en blog.jcl.cl.

homeless

La idea creativa, como he dicho, no es mala: la palabra homeless se compone de un elevado número de fotografías de personas sin hogar. A medida que la fundación que se anuncia conseguía encontrar casa a estas personas, se iban suprimiendo fotografías.

Es una forma atractiva y original de mostrar cuál es la labor de la fundación y, por supuesto, cuáles son sus resultados. Pero, ubicar este mensaje a varios metros de altura y en un espacio donde los únicos receptores son conductores a elevada velocidad, hace que pierda toda su fuerza: a esa distancia y con los pocos segundos que se encuentra el público ante el mensaje, es más que imposible que realmente sean conscientes de lo que en él se transmitía.

No hay que olvidar que la publicidad es mucho más de lo que se dice. El cómo se dice y a quién se dice son también fundamentales.