En la cotidiana búsqueda cibernética que llevo a cabo, a fin de hallar mejores y más interesantes propuestas para las miradas lectoras, me topé con un muy simpático chiste, o una muy inteligente campaña de desprestigio entre esas dos grandes, y ya muy conocidas marcas de gaseosa cola.
Aparece en YouTube titulado como “El anuncio prohibido de Coca Cola”. Consiste en un audiovisual muy breve que, en primera instancia, nos conduce por la ternura de un chico que se propone a consumir su gaseosa preferida. Los creativos han buscado plasmar la inocencia y pureza del anuncio, colocando como protagonista a un niño que no supera los diez años de edad. Acompañado por una música muy simple y amena, se remarca la pequeñez del chico en relación a la máquina expendedora de gaseosas, como un reto a superar.
En un comienzo no nos resulta claro el motivo por el cual el chico sigue sacando gaseosas, ya que por el gesto del mismo, no es posible entendérselo como nimiedad. Aún así, el remate con un chiste de altura nos aclara que la primera gaseosa no era más que un medio para llegar a la segunda, la preferida.
Es posible interpretar de distintas maneras la publicidad, sólo por obrar de justicieros con ambas marcas. Como lectura posible, es factible entender que sólo por medio de la Coca Cola es que se llega a la Pepsi. O mismo que la Coca Cola otorga “altura” al que la compra.
Fuera del chiste, y pudiendo interpretar de mil maneras distintas el audiovisual, no podemos dejar pasar el mensaje central que, por respeto a todos nosotros, dejaré que sea visto más que explicado. Sin más, aquí el link para ver la publicidad.
Una vez más, no podemos negar el talento de los creativos para pasar por encima a la competencia siempre que resulte necesario. Virtuosismo mercantilista, dirían algunos. Yo diría, humor del fino…
