Jornada por la vida

Era inevitable, ante los recientes movimientos en contra del aborto, hablar de la campaña publicitaria lanzada con el objetivo de concienciar sobre esta idea. 

El eje comunicativo gira alrededor de la idea de proteger las vidas humanas, tratando de provocar la meditación en el público al comparar a un bebé, cuya vida está «desprotegida» con la ley del aborto, con un lince, cuya vida sí que está protegida.

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Desde un punto de vista objetivo, considero que realmente la campaña puede llevar a la meditación, paso previo a la concienciación. Además, se ha optado por un mensaje fácil de captar y de entender y alejado de las típicas campañas antiabortistas cuyo principal argumento era el uso de imágenes crudas, aunque reales. Esto último posiblemente permitirá que el mensaje llegue a muchísima más gente.

Sin embargo, y tal vez en esta opinión que voy a plasmar ya influya mi propia subjetividad, no creo que la comparación entre un bebé y un animal en peligro de extinción sea lo más acertado, básicamente porque no se encuentran en la misma situación (el ser humano, al menos por ahora, no está en peligro de extinción). Además, aquellos que apoyan el aborto no lo hacen por la idea de acabar con vidas humanas, sino por defender la libertad de elección de la madre y/o padre. Por tanto, convencer a los que ya piensan que la posibilidad de abortar ha de existir no es un objetivo posible con este mensaje.

Ya os diga, quizá aquí esté siendo muy subjetiva, ¿qué os parece?