Vender productos físicos es mucho más fácil que vender productos que se viven, que emocionan, pero que al tocarlos no producen ningún tipo de sensaciones. Precisamente en estos últimos, los publicistas tienen que apostar por poner su creatividad a trabajar para lograr resultados tan alucinantes como el de la campaña del nuevo Need for Speed: Ken Block’s Gymkhana Six que nos deja boquiabiertos con su ambient marketing en los EE.UU.
Probablemente vender un coche sea mucho más fácil que vender un paseo en coche. Si, el objeto es el mismo. Solo que en el primero de los casos vendes la propiedad, el objeto en sí mismo; mientras que en el segundo vendes la experiencia limitada de disfrutar de ese bien en un modo determinado. Algo así pasa con el mundo de los videojuegos, porque nadie compra un disco, sino que lo que se compra está dentro del disco, y en el caso del Need for Speed, que es el título del que versa nuestra campaña publicitaria de hoy, con él se vende la experiencia de disfrutar de la máxima velocidad sentados en el sofá de casa
Precisamente de esa experiencia que no es real, pero que busca potenciar los gráficos, el sonido, las sensaciones al máximo para que lo sea, es de dónde nace la campaña de ambient marketing que tanto nos ha sorprendido en Need for Speed y que puedes ver en el siguiente vídeo. Reconstruir en la realidad el escenario del juego no tiene precio. Bueno, sí que lo tiene. Pero creo que el alto coste junto con una promoción viral en la red han valido la pena.