En este artículo de rediseño de identidades corporativas. Algún caso que no ha acertado os quiero mostrar tres ejemplos de empresas que han cambiado su logo, y que bajo mi criterio no han acertado con su nueva identidad.
Cambiar la identidad corporativa es una cosa seria, y se debe estar seguro antes de hacerlo, porque se trata precisamente de cambiar la imagen de lo que el consumidor tiene en la cabeza de nosotros. En las siguientes líneas, pasamos a analizar 3 de esos casos, que bajo criterio propio, no han conseguido mejorar los aspectos visuales de la marca.
El Porqué: Han mantenido la idea, pero han separado los componenetes y han estilizado la tipografía. Antes se transmitía de forma mucho más clara la filosofía de empresa, la compra; ahora la etiqueta queda apartada del texto, y las líneas finas del texto parecen no identificar el concepto de «El Mejor»
El Porqué: se pasa de lo sencillo a lo complicado. Una identidad debe ser simple, y a ser posible con colores nítidos. El fondo de atrás reproducido sobre fondos oscuros no tendría sentido; además, se obliga a invertir en toda la papelería en CMYK cuando antes se hacía a tinta única.
El Porqué: el juego de letras puede dar lugar a malinterpretaciones y a que la gente no acabe de quedarse con el nombre. El logotipo anterior lograba una especie de jeroglífico entre el símbolo y el logo, o sea, reafirmaba el concepto fundamental de la mepresa. El de ahora, es mucho más confuso.
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