Queda claro que para hacer publicidad de la buena, lo mejor es tener una buena idea, pero si la empresa tienen una buena causa, entonces el concepto adquiere una nueva dimensión con la que la audiencia se siente identificada.
Creo que el caso de publicidad impresa de Reporteros sin Fronteras del que les voy a hablar a continuación es precisamente un buen ejemplo de ello. Y es que en este caso, el mensaje es claro, políticamente incorrecto, por lo que vende, y una gráfica que yo diría casi es inmejorable porque transmite por si misma.
Sin embargo, aquí la cuestión es que es Reporteros sin Fronteras el que crea esta publicidad, porque si fuese otro tipo de entidad no se lo podría permitir, por lo que esto cobra una real importancia en este caso. ¿Se imaginan a Coca Cola haciendo algo del tipo? Por supuesto que no. Por ello estas camapñas solo son típicas de asociaciones o de ONGs