Divertida campaña la desarrollada para IKEA en la que se compara al desorden (ya sea ropa, juguetes o incluso libros) con un monstruo al que hay que atrapar. Las trampas, por supuesto, corren a cargo de la marca.
Lo que más llama la atención es la forma divertida de apelar al desorden, de forma que no se interpreta como un castigo o una llamada de atención para el receptor que no consigue tener su casa ordenada, sino como que IKEA te aporta la solución a tu problema.
Una buena forma de ganarse al consumidor al ofrecerle una solución sin hacerle culpable del problema en sí mismo.
Visto en I Believe in Advertising