Para muchos una tarjeta de visita no es más que un trozo de papel en la que la mayor originalidad reside en su tamaño o en la creatividad de su diseño.
Sin embargo, una tarjeta es nuestra primera conversación muda con un posible cliente, es la personalidad de nuestro negocio y la oportunidad de impactar y marcar así una diferencia frente a la competencia.
Aquí os dejo un ejemplo perfecto de cómo sacar el máximo provecho a algo tan clásico como es una simple tarjeta de presentación.
Se trata de un masajista que decidió comunicar una de las principales características de su negocio como es el eliminar nudos o destensar los músculos.
Lo vi en I Believe in Adv