Theo Gevers y Nicu Sebe desarrollaron un algoritmo que posibilita traducir los gestos faciales a un gráfico tridimensional. Una vez logrado el gráfico, y mediante el análisis de distintas partes de la cara, se puede conocer que siente una persona frente a un estímulo.
El programa se probó en Europa, donde a un grupo de mujeres se les dio a probar helado de vainilla, chocolate, barritas de cereal, yogur y manzanas. El helado y el chocolate fueron los que causaron mayor placer entre las participantes, mientras que el producto más rechazado fue el yogur, que provocó tristeza en un 28% de ellas. La idea de Unilever es usar este software para testear la “felicidad” que generan sus productos en los consumidores. La empresa lanzará la versión comercial del producto conjuntamente con un website que promete analizar hasta 1.000 visitantes por día.