A continuación os presento un verdadero ejemplo de que, especialmente en publicidad, una imagen vale más que mil palabras.
Se trata de una publicidad gráfica desarrollada (desconozco cuando) para la marca de motocicletas Vespa. Se basa en el reducido tamaño de la misma, lo que le permite pasar por lugares por los que con otro vehículo no sería posible.
Yo destacaría la calidad gráfica, utilizando el dibujo como técnica y evocando a través de los personajes al mismo tiempo a una época pasada en la que la Vespa era un objeto más novedoso.
Visto en Ads of the World