Si desde hace unos años las campañas contra la violencia doméstica se centraban en tratar de convencer a la propia víctima de la importancia de denunciar, en estos momentos la línea de comunicación ha dado un giro muy interesante. Son ya varias las campañas que hemos podido ver en las que el objetivo de la comunicación no es la persona agredida, sino aquellos que se encuentran en su entorno. El objetivo es convencerlos de que la forma de ayudar a la víctima es hablando por ella, denunciando lo que sabe y conoce que le está ocurriendo. En caso contrario, si se decide guardar silencio, te estás convirtiendo en cómplice de ese delito.
Bajo esta nueva (y más acertada en mi opinión) línea de comunicación Amnistia Internacional vuelve a desarrollar una campaña altamente creativa. Se sustituyó el baños públicos el jabón habitual por otro cuyo color recordaba al de la sangre.
El mensaje es claro: si no haces nada para evitarlo, tus manos estarán llenas de sangre.
Visto en metablog v6
