Creatividad en bolsitas de té

He de reconocer que no es habitual que os hable de packaging, lo cual no tiene mucho sentido ya que forma parte de la comunicación del producto. El packaging en definitiva es un comunicador más, es un elemento que puede tener la capacidad de captar la atención, despertar el interés y provocar la compra.

En  Creatividad en blanco he visto un claro ejemplo de todas estas capacidades de un buen packaging. Se trata de algo tan simple como unas bolsitas de té, pero que se han producido de una manera muy peculiar para lograr diferenciarse de la competencia.

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Como habéis podido observar, las bolsas de té se han convertido en pequeñas camisetas colgadas en perchas. La caja de dichas bolsas ya no es una caja, es un pequeño armario adaptado a esas camisetas. Además de lo atractivo y original que puede parecer a simple vista, hay que añadir un función práctica de este packaging. La propia percha se convierte en un pequeño amarre del té al vaso.

En definitiva, una acción de imagen volcada sobre el propio producto con el objetivo fundamental de hacerlo distinto y especial. Lo cierto es que con este tipo de acciones es como se logra que el coste de un producto sea totalmente psicológico (pagar más porque se presenta de forma diferente e interpreto por ello que realmente es diferente).