Desde hace varias semanas podemos disfrutar de los divertidos anuncios de Dreivip.com, una tienda online que ha decidido hacerse un hueco en nuestras mentes utilizando un mensaje sencillo y divertido.
Utilizar el humor con tanta sencillez es publicitariamente complicado ya que la línea que separa un buen trabajo de un resultado demasiado «simplón» es increíblemente fina. Sin embargo, los creativos de esta campaña han sabido cómo quedarse en el lado correcto de esa línea.
Pero, no todo siempre es bueno. Algo que he detectado en esta campaña hablando de ella con distintas personas es que provoca en demasiadas ocasiones lo que se conoce como efecto vampiro. Es decir, el receptor recuerda la repetitiva escena del chico que se pone las gafas o de la joven que se sorprende ante los zapatos de su amiga, sin embargo, no recuerdan el nombre de la tienda. Ésta es otra peligrosa consecuencia de utilizar, en este caso demasiado bien, el recurso del humor.