El éxito de la marca está en las emociones y en el amor que sentimos por ella

Hoy toca hablar de marketing en nuestro blog de publicidad, y lo vamos a hacer desvelando el que probablemente es uno de los grandes secretos a voces en los que pocas veces caemos en la cuenta. Y es que si por un momento se paran a pensar en la gran crisis que estamos viviendo y en lo poco que le afecta a marcas consolidadas, que no son precisamente económicas, a más de uno le vendrá a la cabeza como se consigue ese éxito, y la fórmula tampoco es tan complicada, ya que solo requiere de una dosis de emociones y otra igual de amor por el cliente.

Ambas cosas juntas y lanzadas en campañas a lo largo de los años consiguen que el cliente se fidelice, y lo haga, en la mayoría de los casos para siempre. Y es que cuándo compramos una marca, a veces la compramos por el precio, otras por la calidad, otras tantas por el diseño, e incluso puede que hasta influya el packaging; todo eso más allá de la publicidad que consigue convencernos. Pero cuándo somos fans de una marca, no la cambiamos por otra, y la recomendamos a todos nuestros conocidos.

Y precisamente la marca que quiere conseguir el éxito sabe que lo primero que tiene que hacer para extender ese boca a boca es convencer a sus empleados de que lo que ella vende no se lo nadie más, y como ella le cuida tampoco lo obtendrá en otro sitio. Si hace esto, probablemente esté medio camino andado, y el otro medio nos lo dará la experiencia, como ha ocurrido con casos tan diferentes como Inditex, MacDonnals, Starbucks o Apple