Amnistía Internacional apuesta por el gran soporte exterior para lanzar un gran mensaje: «Haz ruido por aquellos que no pueden ser escuchados».
Se logra una imagen impactante gracias, como no, al gran tamaño e impacto que permite el formato, y a ese juego que se puede percibir en los colores y en la composición de una sola imagen partiendo de dos personas distintas que se encuentran viviendo dos realidades diferentes. Por un lado, la que no será escuchada y, por otro, la que sí tiene el poder de la voz.
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