Las consecuencias de comer en McDonald’s

McDonald’s parece bastante molesta con la campaña lanzada por una asociación médica de Washington, the Physicians Committee for Responsible Medicine (PCRM), en la que se critica la ingesta comida rápida. Aunque una campaña que desaconseje el consumo excesivo de grasas, siempre debería ser algo positivo, en este caso, parece que los bienintencionados doctores han sobrepasado ciertos límites.

El spot muestra a un cadáver, con una hamburguesa mordida en sus manos, mientras una voz en off describe las causas de la muerte. Hasta aquí no dejaría de ser un anuncio atrevido, alarmista o impactante.

Pero lo que ha causado la polémica es que se utiliza el símbolo de McDonald’s, bajo el que se lee “I was lovin’ it” en lugar del habitual “I m lovin’ it”. El mensaje resulta bastante claro, atribuyendo la muerte del sujeto a la cadena de restaurantes americana.

Sin que sirva de precedente, si me tuviera que pronunciar, esta vez no me pondría de parte del anunciante audaz y provocador. En este caso, no se trata de atacar los malos hábitos alimenticios, sino que se ataca a una empresa concreta, aparentemente con toda la mala intención del mundo.

La cosa tiene todas las papeletas para acabar en los juzgados, en los que algún responsable de esa asociación tendrá que responder de sus temerarios actos.