El dicho «En casa del herrero cuchillo de palo» suele ser de lo más habitual. Hay gran cantidad de agencias de publicidad que no se dan a conocer de ninguna forma, que tienen una página web desfasada o, incluso, que regalan como merchandising el típico bolígrafo.
Por eso aún me alegra más haberme topado con esta pieza de Ogilvy donde transmiten que lo principal no es ni la agencia ni el cliente, sino la propia marca/producto.
