Cuando se tiene una marca que es internacional, hay que tener mucho cuidado con que idea se presenta en cada país del mundo. Y si bien la campaña de la tienda de moda Piazza Italia en España carecería de algún sentido lógico, en tierras del romance es lo que funciona.
Les cuento que los italianos prefieren dejar de comer caliente con tal de llevar la última moda salida de las grandes pasarelas. Esto es diseño de alto standing a precios desorbitados. ¿Entonces, cómo hacen para sobrevivir marcas como Zara, H&M, o Piazza Italia? Sencillo, buscando la identificación con esa parte del público que no tiene el dinero para adquirir semejantes lujos, pero no quiere por ello ser considerada menos «importante».
Así, basta un buen brainstorming para convertir a esos que se gastan dinerales en bolsos de marca en gallinas todas iguales, y a uno que sabe bien donde invierte el dinero de su vestuario en una persona con clase.
En realidad en España, sería casi al revés, porque todos o casi todos vamos vestidos de Zara o similares. Pero bueno ya se sabe, cada país es un mundo.
