En Ads of the World he visto esta campaña gráfica que busca promocionar una colonia para animales de compañía y, sinceramente, como público objetivo que me considero de la misma, me da la sensación de que con la exageración sólo han conseguido el efecto contrario.
Antes de comentar más cosas casi que mejor que la veáis
En mi opinión nos encontramos ante la típica campaña de compresas realizada por un hombre. Una capacidad inherente en todo publicista ha de ser un alta empatía, el ser capaz de ponerse en el lugar del público y hacer propios sus pensamientos, sus deseos y necesidades.
Las personas que tienen una mascota en casa la sienten en la mayoría de los casos como un miembro más de la familia. ¿Y qué padre reconoce que su hijo es feo? Creo que en esta campaña se ha detectado una necesidad que es evitar que la casa huela al propio animal, pero no se ha planteado bien cómo comunicar dicha necesidad al consumidor. No se ha disfrazado el «problema» lo que acaba resultando ofensivo. ¿No os parece?