No sé muy bien si clasificar esta publicidad de acertada o de gran error. Tal vez sea un ejemplo de que «en casa de herrero cuchillo de palo» o tal vez es precisamente todo lo contrario. Por un lado, podríamos decir lo inapropiado de la gráfica a través de un montaje que deja poco lugar a lo subliminal y que, por ello, posiblemente sea criticado. Por otro lado, la podríamos definir como una imagen divertida, original y capaz de impactar en el público y, por tanto, de conseguir que hablen de ella.
El caso es que fuera como fuere, para ambos supuestos, el resultado final es el mismo: que se hable de la publicidad. Puede ser bueno o malo, pero seguro que consiguen que se hablen de su anuncio y, por tanto, de su marca y de su estudio creativo.
Se dice que en publicidad lo importante es que hablen de ti, ya sea bueno o malo. También se dice que lo peor que puede sucederla a una marca es que no se hable de ella. Si esto es así y es real, The Orange Apple dio en el grano.
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