Soy de las que creen que la publicidad exterior no está muerta, aunque si le falta un toque extra que hasta ahora pocos han sabido dárselo. Pero renunciar a un formato tan grande e impactante por si solo, porque no sabemos buscarle esa exclusividad que le falta, me parece como poco prematuro. Creo que para demostrar mi teoría, no he podido encontrar mejor ejemplo de combinación de una gran valla, junto con la interacción de un público que ante lo diferente se activa, al tiempo que le unimos la mejor tecnología para dar lugar a algo grande.
De seguro que andan medio perdidos en todo lo que les estoy contando pero no se preocupen, porque nada más ver el vídeo creo que entenderán todo. Se trata de la última pieza creada para Bodegas Navarro Correas por la agencia de publicidad Leo Burnett, a los cuales no podemos darle más de un 10 porque es la puntuación máxima, pero la verdad la matrícula de honor está otorgada ya para este 2011.
Además de todo lo que tiene que ver con el que fue un evento publicitario en toda regla, lo cierto es que a todo se le dio una vuelta, porque el vino en este caso, se convirtió en instrumento para el arte, y los posibles consumidores en los verdaderos artistas. Y la verdad es que si tenemos en cuenta el dinero que se gasta en los grandes medios como la TV o la prensa, creo que a Bodegas Navarro la creatividad le salió más que rentable, porque será difícil que los asistentes olviden su nombre.
