Los virales son una gran forma de hacer publicidad. Sin embargo, lo cierto es que a veces, esta publicidad supone ser una gran estrategia de otros, que nada tienen que ver con la marca en cuestión, y acaba por convertirse en un rumor que puede, o bien dar a la firma en cuestión una gran popularidad o llenarla de conceptos negativos. En este caso lo que ha pasado es que en Halloween ha habido un duelo Coca Cola vs Pepsi, que muchos han comentado, pero que resultó ser una farsa.
Si sueles estar conectado a las redes sociales estoy segura de que habrás topado con la imagen que te muestro a continuación. Esa que expone el viral que enfrentó a Coca Cola vs. Pepsi por un momento, pero que en este caso en realidad acabó por convertirse en el peor enemigo de ambas. Y es que ni Coca Cola salió bien parada. Ni Pepsi logró considerarse mejor que su rival. Mejor echa un vistazo, y a continuación lo comentamos.
Lo cierto es que en un primer momento, se pensó que Pepsi ideo el anuncio original, el que ves a la izquierda. Y el segundo sería la respuesta de Coca Cola. Lo primero que tengo que decir es que los espectadores más detallistas captaron en un primer momento que el viral, que se expandió por redes sociales como nunca, era falso. ¿El detalle en cuestión? En la capa no pone Coca Cola, sino Cola Coca. Lo segundo, que si bien la idea es fantástica, porque la contrapublicidad es un gran aliado de la creatividad y suele encandilar tanto a publicistas como al público, en el caso de Coca Cola no veo yo tan claro ese: «Todo el mundo quisiera ser un héroe», al menos no tanto como él «Te deseamos un tenebroso Halloween»
¿Por qué no lo veo en el caso de Coca Cola, en este viral que enfrentó a Coca Cola vs. Pepsi? Pues por dos razones. La primera, se escapa de la publicidad del momento. Es decir, de aquella relacionada con Halloween, que además coincide con la celebración de la época en la que se publica el primer anuncio. La segunda, porque creo que aunque mantener el anuncio casi idéntico al original en cuanto a la gráfica, y solo cambiar el eslogan puede ser interesante, también puede provocar que el espectador no preste atención y piense que es el mismo que el otro, y no en realidad una campaña de contra-publicidad del rival.