Hoy les quiero hablar del último anuncio que la marca Pantene ha lanzado a la televisión y que de seguro ya casi todos habrán visto. Aunque he de reconocer que casi siempre presto atención a la publicidad, en este caso, me quedé atontada cuando tenía la TV de fondo y escuche «un pelazo Pantene«. ¿Un pelazo, me pregunté? Pues sí, alucinada intenté volver a ver el spot y mis sospechas se confirmaron; se dice «un pelazo».
¿Cuál es le problema de este anuncio de la marca de shampoo y tratamientos para el cabello Pantene? Pues muy sencillo. Ellos pretenden vendernos un producto con las características de uno de lujo pero a precios asequibles. O sea, que es como si el producto fuera como el de lujo a diferencia del precio. Pero, ¿se imaginan a una de las mejores marcas de peluquerís diciendo con acento canario «un pelaso»? La verdad, yo no. Y precisamente por ello no dejan lugar a dudas de que no es lo mismo Pantene que la calidad de los demás.
Precisamente este error, que aunque puede parecer pequeño a simple vista a mi parecer es de los garrafales pueden hacer que una campaña que no estaba mal orientada se vaya en un plis plas al garete, y por ello es muy importante antes de lanzarlos con la cámara al siguiente spot tener claras tanto las prioridades como lo que queremos destacar del producto o servicio que estamos vendiendo. Si no después, pasa lo que pasa.
